Peligran familias indígenas de Zontecomatlán por deslaves tras lluvias

octubre 21, 2025

Las familias se han refugiado de manera provisional en las instalaciones de la Escuela Primaria Bilingüe “Rafael Ramírez”

Juan David Castilla/Xalapa. Más de 50 familias, que suman aproximadamente 250 personas de la localidad indígena de Tziltzapoyo, en el municipio de Zontecomatlán, al norte del estado de Veracruz, se encuentran en una situación de desplazamiento forzado debido al inminente riesgo de deslaves.

La saturación hídrica del terreno, producto de intensas lluvias prolongadas, ha provocado el deslizamiento de una ladera cercana a la comunidad, generando un temor fundado de sepultamiento de viviendas.

El incidente inicial, registrado en la madrugada del viernes 10 de octubre, obligó a los residentes a evacuar sus hogares de manera inmediata. Según el testimonio de la señora Dominga Cortés Bautista, la acumulación de tierra representa un peligro crítico: «si vienen las lluvias otra vez, y la tierra que está acumulada ahí, todo va a bajar, a todas las casas se las va a llevar».

Desde el desalojo, las familias se han refugiado de manera provisional en las instalaciones de la Escuela Primaria Bilingüe “Rafael Ramírez”. Esta institución ha operado como albergue temporal durante más de diez días, mientras la comunidad lucha contra la escasez de suministros esenciales.

Las familias han reportado el agotamiento de alimentos, la urgencia de cobijas, colchonetas y agua potable, dirigiendo sus peticiones de auxilio a las autoridades estatales.

La magnitud del deslave inicial no solo arrasó sembradíos y vegetación, incluyendo milpas, naranjales y cedros, sino que también generó un aislamiento total de la comunidad. Al menos una docena de deslizamientos han bloqueado la vía de acceso principal, limitando la llegada de asistencia.

Aunque el apoyo gubernamental ha sido intermitente o nulo, la solidaridad ciudadana de municipios vecinos, como Chicontepec, ha proporcionado elementos cruciales, como una planta generadora de energía eléctrica, ante la falta de electricidad que persiste desde la emergencia.

Aunado a la interrupción eléctrica, el agente municipal de El Cuayo, Rogelio Pérez Martínez, confirmó que las fuentes de agua que abastecían a Tziltzapoyo quedaron obstruidas, agravando la crisis sanitaria.

La comunidad, convertida en un «pueblo fantasma» por el abandono masivo de propiedades, clama por la intervención inmediata del Gobierno del Estado de Veracruz para llevar a cabo una inspección geotécnica de urgencia, dado el visible riesgo de nuevas fracturas y montículos de piedras en las zonas elevadas de la montaña.

Actualmente, todavía 31 localidades permanecen incomunicadas y los municipios de Ilamatlán y Texcatepec aún presentan dificultades de acceso a sus cabeceras. La inundación al norte de Veracruz ha dejado 34 personas fallecidas y 14 desaparecidas.