Docentes denuncian privación de su libertad en kínder de Xalapa

noviembre 11, 2025

Juan David Castilla/Xalapa. Personal docente y administrativo del jardín de niños “Esperanza Osorio”, ubicado en la calle Mata de la zona centro de Xalapa, tomó las instalaciones del plantel para denunciar un presunto “secuestro laboral” y abuso de autoridad.

El incidente ocurrió el lunes 10 de octubre, durante una visita de supervisión de funcionarios de la Dirección General de Recursos Humanos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Ana María Bravo Casares, responsable de material didáctico, relató que el personal de Recursos Humanos acudió con el argumento de realizar una revisión de la plantilla y un registro de asistencia. Sin embargo, la jornada se prolongó de manera ilegal, manteniendo a los trabajadores retenidos en el plantel hasta después de las 18:00 horas, sin permitirles ingerir alimentos, agua o medicinas.

«Nos dijeron que no podíamos retirarnos, que si lo hacíamos sería bajo nuestra responsabilidad y que nos descontarían el día como inasistencia, aunque ya habíamos cumplido con la jornada», relató Bravo Casares.

Las docentes y personal administrativo permanecieron en el plantel «por prudencia», a pesar de que el oficio presentado por los supervisores no establecía la obligación de permanecer fuera del horario laboral. Las inconformes señalaron que, mientras ellas padecían el ayuno forzado, el personal de Recursos Humanos sí tuvo acceso a sus alimentos.

La retención impidió a varias trabajadoras acudir a sus segundos empleos, y el impacto fue tal que cinco docentes requirieron atención médica por los efectos del ayuno y la violencia psicológica derivada del trato recibido.

La mañana de este martes 11 de noviembre, un representante del nivel de Preescolar de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) acudió al plantel. Tras escuchar las quejas, se comprometió a revisar el procedimiento aplicado y reconoció que la actuación del personal federal «no se ajustó a la norma».

Durante la protesta, las maestras también aprovecharon para denunciar otras irregularidades que afectan el funcionamiento del Jardín de Niños, incluyendo la falta de mobiliario y materiales básicos que, a menudo, deben ser costeados por las propias educadoras.