Juan David Castilla

Una grave denuncia de negligencia veterinaria ha sido difundida en redes sociales, alertando a los dueños de mascotas en la ciudad de Xalapa, la capital del estado de Veracruz.

A través de un video en redes sociales, la familia de una gatita llamada Kai acusa a la clínica @mascotamigos, ubicada en Plaza Xanat y operada por Norma Peralta López y Leonicio Hernández Valdivia, de causar la muerte del animal tras una presunta cirugía de esterilización mal practicada.

La denuncia detalla que Kai, una gatita sana, fue llevada a una ovariohisterectomía el 8 de noviembre. Al ser entregada, presentaba un aspecto sucio y ensangrentado, lo cual fue minimizado por la clínica como «normal».

Una semana después, el 15 de noviembre, las dueñas notaron una protuberancia y llevaron a Kai de vuelta a la clínica. El personal «abrió (a la gatita) según ellos'», pero afirmaron «no encontrar nada» y atribuyeron la hinchazón a una simple inflamación, cobrando de nuevo y vendiendo desinflamatorios.

Posteriormente, al buscar una segunda opinión, el 17 de noviembre, un hospital veterinario distinto tuvo que intervenir de emergencia.

La cirugía reveló una serie de fallas graves que, según el reporte médico, no deberían existir tras una esterilización simple: la gatita aún tenía ambos ovarios dentro; se encontró grasa necrosada (tejido muerto) e infección; presentaba una hernia postquirúrgica y puntos mal colocados; y no se había realizado el rasurado pertinente, lo que incrementó el riesgo de infección.

La gatita Kai murió el 20 de noviembre a causa de un paro cardiorrespiratorio, derivado directamente de la primera cirugía mal ejecutada, según el reporte formal de la segunda clínica.

Las dueñas de Kai intentaron conciliar con la doctora Norma Peralta López el 3 de diciembre. Aseguran haber presentado el reporte médico formal y los ovarios que debieron ser extraídos, pero la respuesta de la responsable fue de «cero empatía» y «victimización».

La doctora se habría negado a hacerse responsable del daño, alegando que «no sabía si (las dueñas) estaban mintiendo» sobre la procedencia de los ovarios. La única oferta de la clínica fue reembolsar los 2 mil 150 pesos gastados inicialmente con ellos, negándose a cubrir los 8 mil 736.50 pesos invertidos para intentar salvar la vida de Kai en el otro hospital.

Las dueñas de Kai han hecho pública la denuncia para advertir a otros ciudadanos, argumentando que una clínica que niega sus propios errores es «un peligro para los animales» y exigiendo justicia por la memoria de su mascota.