
agosto 11, 2025
Juan David Castilla
Ambientalistas denunciaron que, sin llamarlo por su nombre, el nuevo Plan Estratégico de Pemex contempla el uso de
fracking para la extracción de gas, traicionando el compromiso por la protección del agua y el ambiente de la 4T.
Señalaron que las metas que propone Pemex para la extracción de gas fósil conllevan impactos irreversibles al ambiente, agua, clima y a la salud, sumando una incalculable deuda con
las futuras generaciones. El gas fósil no es un combustible de transición.
Los integrantes de la Alianza Mexicana contra el Fracking indicaron que a pesar de la clara postura antifracking de López Obrador, retomada por Claudia Sheinbaum, el pasado martes la Presidenta junto a su gabinete ampliado presentaron el nuevo Plan Estratégico de Pemex 2025-2035.
Éste tiene entre sus objetivos el incremento de la producción de gas a través de
fracking, aunque de forma tramposa omiten nombrarlo diciendo que estimularán yacimientos de geología compleja, en una estrategia para confundir y escudarse frente a la la ciudadanía que se ha exigido por más de una década la prohibición de esta técnica que contamina y atenta
contra todas las formas de vida.
El Plan Estratégico de Pemex 2025–2035 se presenta bajo el discurso de “sustentabilidad energética”, sin embargo, su contenido reafirma un enfoque fósil y extractivista, completamente alejado de la transición energética justa que el país requiere.
Lejos de plantear un abandono
gradual de los combustibles fósiles, el documento refuerza la lógica de seguir extrayendo lo que ya tenemos, apostando por ampliar la refinación y el uso de gas fósil como pilar de la autosuficiencia energética, sin considerar sus impactos en la crisis climática ni en las comunidades.
“Se ignoran las advertencias internacionales, como las de la Agencia Internacional de Energía2 y la ONU3/4, que subrayan la necesidad urgente de abandonar los combustibles fósiles para evitar el colapso climático, pretendiendo ir en contrasentido a las obligaciones jurídicas de los Estados de adoptar las medidas adecuadas frente al cambio climático señaladas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ)5 y la obligación de protección de los derechos humanos en el marco de la emergencia climática subrayada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH)”, indicaron.
Recordaron que el uso del fracking en México, además de ser contrario a la obligación constitucional del Estado de proteger los derechos humanos y prevenir sus violaciones, es una traición a los pueblos afectados por esta técnica en nuestro país, y es un plan destinado al fracaso.
Desde hace más de 20 años el potencial geológico de gas fósil y petróleo en México está en declive. Las reservas son insuficientes para cubrir los planes del gobierno de incrementar la producción y cubrir la demanda nacional.











