Primer ministro de Israel es abucheado en la ONU
septiembre 26, 2025
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, fue recibido en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ubicada en Nueva York, mediante abucheos y delegados que decidieron abandonar la sala al momento en que el secretario de la ONU, Antonio Guterres, cedió la palabra al dirigente israelí.
Este viernes 26 de enero, el mandatario israelí, Benjamín Netanyahu, se presentó en la 80.ª asamblea de la ONU para exponer su discurso ante representantes de varios países que están dentro del organismo.
El funcionario israelí fue recibido entre abucheos y la huida de los asistentes del foro; no obstante, también decenas de judíos y simpatizantes de Tel Aviv procedieron a entrar al lugar para aplaudir al dirigente y sentarse en los asientos de una sala que estuvo a escasos lugares de quedarse vacía.
Tras tomar la palabra, el mandatario rechazó la acusación de genocidio que varios países han lanzado contra su administración y que distintos organismos internacionales están investigando al respecto, así como la noticia de que el estado sionista esté deliberadamente causando una hambruna en la población de Gaza.
Siguiendo con su discurso, criticó a aquellos países que con el tiempo han cedido al reconocimiento de Palestina como estado, calificándolos de débiles, entre los que se encuentran países como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá. Asegurando que Israel no cederá a las presiones de reconocer el estado palestino, pues hacerlo sería un “suicidio nacional”.
“Con el tiempo, muchos líderes mundiales cedieron. Se rindieron ante la presión de unos medios de comunicación sesgados, de sectores islamistas radicales y de turbas antisemitas”, aseguró Netanyahu en la Asamblea General de la ONU.
Por otro lado, informó que autoridades israelíes instalarían bocinas en unas camionetas, cerca de la frontera con Gaza, para que los rehenes que aún se encuentran en Gaza, los cuales se calcula son alrededor de 20, pudiesen escuchar las palabras de su gobernante, asegurando que no los dejarían solos.
