De intersexualidades, hermafrodismo y más

Leticia Maldonado/Orizaba, Ver, agosto de 2025.     A lo largo de los años la intersexualidad y o hermafrodismo (Término en desuso) se han tomado por la sociedad en general como asuntos poco usuales o aislados, no obstante y de acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Diversidad y Equidad de Género  (ENSDyEG), en el país una de cada 67 personas son intersexuales siendo esta la primera encuesta nacional sobre población intersexual que se realiza en  América Latina.

Los anteriores también son datos avalados y respaldados por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

 En los años 70 cuando los padres tenían a un bebé que daba señales de tener ambos órganos sexuales es decir masculinos y femeninos, eran justamente ellos los que decidían cuál era la identidad de género con la que sus hijos habrían de crecer y pasar el resto de su vida.

Sin embargo, en la actualidad existe una guía de recomendaciones para la atención médica de personas intersexuales, este documento ha sido elaborado por la secretaría de salud en el país, con la participación de activistas y académicos expertos en la materia, que van desde psicólogos, hasta genetistas, endocrinólogos y demás especialistas. En este documento se ofrecen pautas para la atención médica de personas con variantes y diferencias sexuales promoviendo un enfoque respetuoso de los derechos humanos y la autonomía de las personas. Además se encuentra enfocado en la importancia de la información, el consentimiento bien informado y la prevención de intervenciones médicas no consentidas o no necesarias.

    Durante una entrevista con Koko Lozada mujer trans activista de los derechos de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Intersexual y más (LGBTTQI+) en nuestro país ya existen estos protocolos y se han venido aplicando desde hace varios años, estos acompañan y dan apoyo socioemocional, psíquico e incluso físico tanto al sujeto en cuestión como a sus familiares, ello con la única finalidad de no pasar por encima de la decisión personal pues evidentemente esto no sería rápido ni en los primeros años de vida sino hasta que el menor alcanza una edad promedio de entre los 8 y 12 años que es cuando ya puede definir el rol de género que desea asumir aunque deja en claro que, el proceso podría tardar un poco más, aunado a que es importante destacar que su decisión pudiera o no coincidir con la apariencia de su cuerpo y/o sus genitales.

     El escritor y periodista sudamericano Cristian Alarcón quien además es fundador y director de la revista Anfibia ofreció una charla durante la 13 edición del Festival del Gabo en Bogotá Colombia en julio de este 2025, allí narró que cuando tenía tan solo 8 años de edad sintió que su cuerpo estaba equivocado ya que él deseaba ser una niña y sentía que en realidad lo era pero en el cuerpo de un varón; una tarde cuando sus padres no estaban en casa se pintó los labios y usó el camisón de seda de su madre, esto con la única finalidad de sentir libertad y por primera vez en su corta vida se sintió pleno y feliz pero no contó con que sus padres llegarían antes y lo descubrirían bailando suavemente en la sala de su hogar. Ante la sorpresa no solo le llamaron la atención severamente y hasta le golpearon, sino que al poco tiempo estaría comenzando a ser hormonizado pues lo único que sus padres deseaban era que su hijo se comportara y viviera como un hombrecito.

     La hormonización no consentida de Cristian Alarcón duró al menos un par de años y claramente no tuvo los efectos esperados por sus progenitores pues hasta el día de hoy cuando ya es un adulto, es uno de los periodistas y escritores declarado gay desde hace muchos años en América latina.

    Así como Cristian, en México también hay un sin número de casos similares y o con algunas variantes una de ellas es Juliana, mujer oaxaqueña perteneciente a la comunidad Muxe, quien desde el momento de su nacimiento ya era diferente y es que sus genitales contaban con una leve protuberancia con conductos urinarios que se consideraron un pene, al llegar a cierta edad Juliana quien ya falleció hace algunos años narró durante encuentros y talleres de la comunidad LGBTTQI+ que supo que su cuerpo lucía masculino y así vivió siempre, sabiendo que era una mujer intersexual pero al final de cuentas , mujer pues incluso vivía como transexual.

     No fue sino hasta su edad adulta que, al tener un sin número de problemas de salud se vio la necesidad de realizarse diversos estudios médicos,  entre los que supo que físicamente y a pesar de tener la protuberancia por la que podía orinar sus órganos sexuales internos eran femeninos, Juliana al igual que Cristian Alarcón fue hormonizada sin su consentimiento y vivió toda una vida como una “Muxe”, sufriendo señalamientos, viviendo discriminación y pasando por momentos más que amargos porque a ella el ser diferente le costó más que sólo salir del clóset. Y es que por tradición las Muxes, deben velar por sus padres y familia cercana hasta el último de sus días.

“Los médicos le comentaron que si sabía que era una persona intersex y ella se sacó de onda, resulta que tenía órganos internos de mujer, a sus cuarenta tantos años enterarse de eso le sacó de onda porque recordaba que, durante muchos años, su mamá le daba tratamientos y le decía que tenía un padecimiento y que, entonces devbía estar tomando ese tratamiento constantemente”

     Situaciones como la de Juliana son más comunes de lo que pensamos tal y como ya se mencionó en las cifras anteriormente citadas. De esas cifras se desconoce cuántas personas realmente llevan los protocolos que la propia secretaría de salud tiene de acompañamiento y apoyo en la determinación, así como el suministro de hormonas en caso de que sea necesario.

     Pero no todo es malo así como hay casos como los ya citados, actualmente la sociedad se ha abierto a grados quizá jamás imaginados en los años 90 menos en los 80 y ni siquiera hablemos de antes,  pues actualmente un joven tiene la plena libertad de expresar cómo se siente en referencia a su cuerpo, identidad,  orientación y preferencia sexual.

     Es así como llegamos a Noa, un joven de 17 años de edad mexicano de nacimiento pero radicado en Europa dado el empleo de sus padres, Mila la madre de Noa muy joven por cierto cuenta que una tarde y después de momentos de depresión inexplicable su hoy hijo y quien hasta ese momento había sido una de sus 2 hijas, se acercó a ella y con la plena confianza que siempre se tuvieron le confesó que era un chico, la noticia lejos de caerle como un balde de agua fría fue tomada con naturalidad y solo le dijo “okay hija ¿cómo te ayudon qué puedo hacer por ti?”, la respuesta de Noa la dejó sorprendida pues le dijo que para comenzar quería ser llamado Noa y dejar atrás todos los recuerdos de cuando era una niña y sobre todo el nombre.

      De manera inmediata la noticia fue compartida entre los miembros de la familia nuclear y el apoyo fue instantáneo, uno de los primeros pasos cuenta Mila fue buscar asesoramiento legal pero sobre todo emocional y físico para ayudar a su hijo. A Noa se le realizaron pruebas psicológicas para poder determinar si en efecto padece una disforia corporal, es decir que siente que su cuerpo no coincide con la manera en la que se siente, los estudios, las terapias, las charlas y demás determinaron que efectivamente Noa es un chico trans en el cuerpo de una chica y no se trata de una confusión o una simple moda; en este punto es en donde los padres decidieron poner todo su empeño para lograr la transición de su hijo y es justamente en este momento en el que Mila destaca la importancia de contar con un buen marido que pudiera entender la situación pues dijo al haber buscado información al respecto se encontró con que muchas parejas padres de chicos trans terminaron en el divorcio. De allí que, recomienda a las familias que están atravesando por un proceso similar que, no dejen de amar nunca a sus hijos.

“A quienes están pasando por esto les diría que apoyen mucho a sus hijos y a sus hijas trans, que les den todo el amor del mundo, porque no es fácil lo que ellos atraviesan y es importante que se sientan apoyados por la familia, que sientan que el amor que se les tiene es incondicional y que tampoco tengan miedo de hablar o de buscar apoyo, porque a veces hay mucho que se sale de nuestra comprensión porque uno es muy ignorante o porque uno nació en otra época, si uno no sabe hay que buscar apoyo cerca de un colectivo, de gente que entiende cual es el proceso”

   Hoy en día todo parece indicar que la diversidad sexual ha dejado de ser un tema tabú prácticamente en todo el mundo, pero aun hay grandes lagunas y dudas al respecto, y es que por poner un ejemplo algunos familiares de Noa, aún no se acostumbran a llamarle por ese nombre o incluso se les dificulta que ya no es más ella, sino él.

   Mila por su parte comenta que como madre ha asumido que su labor es amar a sus hijos cualquiera que sea su condición o decisión acompañándolos siempre desde el amor, y es de esta manera que, Noa ya comenzó con un tratamiento hormonal supervisado por médicos expertos y ha podido tener una pubertad masculina desarrollando vello facial y viendo como su menstruación desapareció. Los efectos de la hormonización de acuerdo con Mila le fueron explicados de manera científica no son reversibles, de allí que incluso les ofrecieron congelar los óvulos de Noa por si más adelante desea convertirse en padre pero él es un chico determinado y dijo que no es su deseo ser padre y por tanto rechazó la oferta.

     Las historias de Cristian, Juliana y Noa no son para nada iguales todas tienen vertientes diferentes, en algunas destacan el dolor, la humillación  y el sentimiento de inferioridad o de que algo están haciendo mal, y en otras como la de Noa justamente lo que más destaca es el amor de sus seres cercanos, el amor de quienes le dieron la vida y que no han dejado de apoyarles bajo ninguna circunstancia.

     La valentía de los padres de Noa lo llevan a hoy ser un chico plenamente feliz abierto y orgulloso de ser quién, es sin embargo Juliana cerró sus ojos y dio su último respiro sabiendo que toda su vida la vivió en un cuerpo al que sabía que ella no pertenecía pero que además nunca fue apoyada. Cristian por su parte logró separarse de su familia y eso no significa que los odiara o les dejara de hablar, simplemente él vivió como quiso vivir, se preparó, estudió salió de su país y hoy comparte en todo el mundo de habla hispana su historia apoyando así a cientos de chicos y chicas qué están pasando por una situación similar y cuyos padres desean hormonizarlos sin consentimiento.

      Psicológicamente cuando ya se está determinado que ya sea por intersexualidad o elección personal el ser vivirá su vida como un hombre o como una mujer el impacto no es únicamente para quien lo vive en carne propia sino también para la familia y el entorno en general, en especial para los más cercanos de allí la importancia del respeto y del diálogo en torno al tema con el círculo más cercano. Y es que no siempre la terapia psicológica es necesaria, así lo reveló en entrevista el psicólogo Felipe Pacheco Vásquez.

“No necesariamente la terapia resuelve estos problemas, hay ocasiones en las que asumir una actitud de empatía y comprensión, de confianza y comunicación asertiva son fundamentales, el apoyo a los hijos o cualquier miembro de la familia es fundamental antes que recurrir a cualquier terapia, porque, asumir que se necesita terapia es dar por sentado que, hay un trastorno”

   En general el tema además de amplio es por demás complejo y difícil de entender, especialmente para aquellos que se niegan a la existencia y a la convivencia con una diversidad latente que día a día va cobrando espacios en la sociedad, y que por si fuera poco ha logrado alzar la voz en prácticamente cada rincón del mundo; la discriminación sigue existiendo, el señalamientos continúan siendo fuertes y ofensivos, los comentarios haciendo alusión a que no son personas normales siguen plagando las redes sociales y las charlas en los cafés de todo el mundo, pero lo que es verdad es que hoy por hoy la comunidad LGBTTQI+ tiene voz y voto, tiene derecho a expresar cómo se sienten y aunque existen los crímenes de odio, están dispuestos a seguir luchando para que sus voces no se apaguen, pues al final del camino, la coincidencia es que, todos los seres humanos, sea cual sea su preferencia, merecen vivir.